¿Qué tan importante es la familia?

Hace unas horas hablamos de la recreación, pero olvidamos hablarles de la familia… ¿qué tan importante es esta? Para explicarnos, comenzaremos dándoles la idea de que todos los niños, desde pequeños, buscan y establecen su lugar en su familia. Sucede de manera inconsciente y mientras el niño come, juega, es abrazado, come, es regañado y es consentido. La interacción y búsqueda de lugar en la familia ocurre mientras se interactúa con hermanos, padres, abuelos y tíos.

Y es que, si bien el niño se va ubicando en su familia, también ubica a los demás; es decir, se va haciendo una idea de qué significa él para los otros miembros. Aunque no lo creamos, ellos son capaces de darse cuenta de quiénes lo quieren mucho y quiénes no tanto; asimismo, los niños van imaginando las razones por las que los demás los quieren o no. Lo cierto es que en base a lo que van descubriendo, van formando su identidad.

Si todavía dudas de la importancia de la familia, relee este post y busca formas de compenetrarte con ellos, tus seres más queridos…

Fuente: Padres y sus hijos

La recreación y los niños

Para nadie es un secreto que durante los primeros meses de vida, los juegos representan un gran atractivo y placer para los niños. Y es que no solo los juegos, sino los ruidos y texturas, que otorgan muchísima diversión. Con cada etapa del desarrollo, los juegos e intereses de los niños van cambiando, pero el disfrute continúa siendo el mismo.

La buena noticia es que los juegos permiten que los niños se relacionen con otros de su edad, al mismo tiempo que aprenden a respetar, a seguir, a perder, a esperar, a imaginar y a inventar.

Como adultos tenemos la obligación de guiar a los pequeños. Jugar al doctor, al supermercado, a la tienda y hasta a los novios es importante, pues aprenden a asumir roles y a conocerse a sí mismo. De esta forma, nos damos cuenta de que los juegos no son solo actividades placenteras, sino también actividades que contribuyen al funcionamiento del organismo y que otorgan alegría y tranquilidad.

Aprovechemos los pequeños momentos que tenemos con nuestros niños y juguemos en familia, así, mejoraremos las relaciones humanas en casa…. un hogar feliz es un hogar estable, y eso vale más que un camión de helados.

Fuente: La casita de Nicolás